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Bitácora 2. Recicladores de oficio, aliados indispensables para la correcta disposición de residuos aprovechables.

Foto del escritor: María Alejandra BoteroMaría Alejandra Botero

Actualizado: 19 feb

Tiempo de lectura: 2 minutos


Reciclador de oficio junto a carton
El trabajo junto a los recicladores de oficio como Christian nos permite cerrar el ciclo de los residuos aprovechables y además dignificar una labor indispensable en nuestro país.

Uno de los mayores retos y desafíos ha sido: la correcta disposición de los residuos aprovechables de nuestra cadena operativa debido al volumen. A diferencia de grandes establecimientos o industrias, no generamos suficiente volúmen de materiales aprovechables para justificar una recolección apropiada diaria. Y seguramente, como muchos otros establecimientos de la industria, contamos con otro reto y es el área dispuesta dentro de nuestro espacio para almacenar estos residuos más de una o dos semanas.


Además, nos encontramos con la realidad de que, aunque existen recicladores de oficio en la ciudad, su labor no siempre está estructurada para atender a "medianos" generadores como nosotros de manera constante, pues los retos de este oficio son aún mayores: La informalidad en el sector y la falta de logística adecuada complicaban la posibilidad de un proceso de reciclaje óptimo.


Una Solución en Comunidad: La Asociación Cooperativa de Recicladores


Ante estos retos y después de buscar muchas alternativas, encontramos un aliado clave: la Asociación Cooperativa de Recicladores (ARB). A través de su estructura organizada desde hace más de 15 años, agremia hoy en día a 2.111 recicladores en 19 organizaciones locales, siendo la más grande de Bogotá, hemos logrado establecer un esquema de recolección semanal que nos permite disponer correctamente de nuestros residuos aprovechables. Esto ha sido un cambio crucial para garantizar que materiales como vidrio, cristal, plástico y cartón tengan un destino adecuado, contribuyendo así a la economía circular.


Esta alianza ha permitido que nuestros residuos sean gestionados de la manera correcta, garantizando que realmente sean reincorporados y evitando que terminen en rellenos sanitarios. Además, hemos conocido de cerca la importancia del reconocimiento y dignificación del trabajo de los recicladores de oficio, actores clave en la economía circular.


Por otro lado, esta alianza con los recicladores de oficio ha implicado también fortalecer uno de nuestros valores fundamentales: la educación. El trabajo con nuestro equipo para fortalecer el conocimiento sobre el reciclaje, fomentar buenas practicas de separación en la fuente va más allá de un impacto positivo en nuestro planeta. También es un desafío, pero nuestra meta es que este aprendizaje no se quede solo en Oda, sino que genere una bola de nieve que trascienda a sus hogares, a sus familias para que este trabajo con los recicladores de oficio no sea una tarea más que debe hacerse en nuestra cadena operativa sino una creación de hábitos realmente sostenibles (en donde involucramos al planeta y a las personas) en la comunidad.


El trabajo con la ARB nos ha reforzado eso que ya sabemos: que la sostenibilidad no solo se trata de reducir el impacto ambiental, no es únicamente entregar residuos limpios, implica crear redes de apoyo y colaboración y garantizar que nuestro equipo esté alineado con las mejores prácticas. Gracias a esta alianza, ahora podemos decir con certeza que los residuos aprovechables que generamos en Oda están teniendo una segunda vida.




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