Bitácora 3. Nuestro primer taller para proveedores
- María Alejandra Botero
- 16 abr
- 2 Min. de lectura
Tiempo de lectura: 2 minutos

Hace unos días tuvimos algo que nos emociona profundamente compartir: nuestro primer taller gratuito para proveedores. Una iniciativa que nace del deseo de compartir nuestros conocimientos de cocina y barra, de abrir las puertas de Oda no solo a quienes consumen, sino también a quienes hacen posible que nuestra operación exista desde la proveeduría .
Lo que buscamos es aprovechar la experiencia del equipo de cocina, barra y servicio para brindar herramientas prácticas que les permitan a nuestros proveedores sacarle el mayor provecho a lo que producen, y por qué no, incluso pensar nuevos productos. Pero también, crear un espacio para compartir conocimientos y construir redes entre productores con buenas prácticas.
Nuestro taller se dividió en dos partes, un espacio teórico y otro práctico, al final pudimos compartir más experiencias en un espacio de networking.
Este primer taller fue liderado por Michael, nuestro líder de barra, quien nos enseño sobre el mundo de la kombucha. Empezamos con una conversación sobre qué es, de dónde viene y todos los beneficios que tiene para la salud. Luego tuvimos el espacio práctico del taller donde cada proveedor preparó una kombucha en la segunda fermentación y, como cierre, se llevaron su propio scoby para hacer su propia kombucha desde cero en sus casas.

Tuvimos la participación de algunas de nuestras huertas, proveedora de papas nativas, lácteos y cerdo. Cada uno con conocimientos distintos, y fue justamente eso lo que hizo especial este espacio. La conversación y las relaciones que se construyeron fueron tan especiales que el taller que estaba pensado para durar una hora, se convirtió en casi tres horas de intercambio de saberes, experiencias y conocimientos. Hablamos no solo de kombucha, sino de cómo mejorar procesos, cómo aprovechar mejor lo que cada uno produce, y cómo crear conexiones valiosas entre quienes, desde distintos rincones, trabajan con propósito.
Nos fuimos con el corazón lleno, con nuevas ideas, y con las ganas de repetir estos espacios. Porque cuando compartimos lo que sabemos, crecemos todos y esto es la prueba de que esa responsabilidad educativa que tenemos desde la industria realmente construye relaciones y transforma realidades.
Este mes tendremos nuestro segundo taller, vinculando a nuestro equipo de cocina para que también nos compartan su conocimiento.
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